Cuando visitamos por primera vez a Juan y Lucía en su departamento, quedamos impresionados con la buena onda y energía que tenían, hablamos de muchas cosas, de la boda, sus gustos, los legos y hasta de la hermosa ventana que tenían como adorno en su pared. Algo nos decía que sería una boda genial y no nos equivocamos.
Su buen entusiasmo en todo momento hizo que su boda fuera no sólo especial, sino mágica.
¡Gracias Lucía y Juan por ser tan geniales!